Esta semana se armó el alboroto en San Andrés por un tema del que muchos hablan pero que nadie había puesto formalmente sobre la mesa: el modelo “Todo incluido”.
Para muchas personas esta forma de vender “el paquete” al turista afecta a la población local pues deja por fuera toda opción de oferta complementaria, es decir, no permite desarrollar una cadena de servicio con los taxistas, restaurantes locales, bares, operadores de receptivos, etc.
Josep Barrera es el Director de la Oficina de Control de Circulación y Residencia de San Andrés (OCCRE). Fue él quien dijo textualmente a una RCN Radio: “Tenemos que adoptar una posición como las islas en España donde el turismo Todo incluido fue erradicado”.
Aunque muchos habitantes de San Andrés apoyan la postura de Barrera, hay que decir que su afirmación sobre lo que ocurre en España no es del todo cierta. El debate allá está encendido pero ninguna autoridad ha logrado prohibir el modelo.
En Baleares esta idea la ha liderado el Conseller de Turismo Biel Barceló. Baleares es un archipiélago que reúne a las islas de Ibiza, Palma de Mallorca, Menorca y otras más pequeñas. Allí el funcionario adelanta mesas de trabajo con los actores del sector turístico y ha pedido a su equipo jurídico un análisis para tratar de incluir alguna regulación del Todo incluido en una reforma a la Ley del Turismo.
En Benidorm el pasado 30 de octubre se terminó el estudio de una comisión técnica y política que durante 3 meses recopiló información sobre el impacto de este modelo de negocio en la comunidad local. Sin embargo, tampoco hay prohibición todavía.
Y en Grecia, el Partido Syriza llegó al poder tras haber prometido regular este modelo, pero la Viceministra de Turismo, Elena Kountura, tuvo que explicar que no era posible hacerlo.
En San Andrés, quienes desean acabar con el “Todo incluido” se enfrentarán a las mismas dificultades jurídicas, pues cualquier intento podría ser entendido como un ataque a principios tan elementales como la libre empresa y la economía de mercado.
En España se ha propuesto la prohibición del modelo, la limitación a unos “porcentajes reguladores”, la fijación de “estándares mínimos”, o la imposición de una carga tributaria adicional que termina siendo un encarecimiento artificial de los precios del modelo para hacerlo inviable. Todas son fórmulas difícil de controlar por cualquier ente estatal pero fáciles de controvertir jurídicamente.
Actualmente con el modelo “Todo incluido” operan en San Andrés: Decameron con 5 hoteles; On Vacation con 9; y Solar Hoteles de la marca Sol Caribe, con 3 hoteles.
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