Ir a Caño Cristales, ¿sí o no?

Por Juan Gonzalo Benítez

He hablado con algunos amigos recientemente sobre Caño Cristales y me llama la atención que varios me preguntaron si vale la pena ir y, uno que otro, si es seguro el lugar.

Lo primero que debo decir es que es uno de los lugares más lindos de Colombia, sin ninguna duda, y que la experiencia de la visita es inolvidable. ¡Claro que vale la pena ir!

Con respecto a la situación de seguridad, la duda es apenas entendible. Caño Cristales está ubicado en el municipio de La Macarena, uno de los 5 que hicieron parte de la llamada “Zona de distensión” para los diálogos con la guerrilla de las FARC entre 1999 y 2002. Por esa zona se paseaba el Mono Jojoy con su ejército ilegal, pero de aquella época han pasado más de 20 años.

Actualmente en La Macarena se respira un ambiente más tranquilo que en muchas regiones del país y los servicios turísticos son prestados de manera muy organizada por la comunidad local.

Diariamente llegan, en promedio, unos 100 viajeros de diversas partes del mundo. Y el nivel de satisfacción, cuando regresan a sus ciudades de origen, es altísimo. Para quienes aun tienen preguntas sobre este atractivo, voy a contarles cómo es un viaje a Caño Cristales:

* Cuándo ir: El encanto del río es el efecto visual que produce el colorido de la macarenia clavigera, una planta acuática que crece en sus aguas. Por eso se conoce como el “Río de Colores” o “El río en el que se derritió el arco iris”. Dado que la planta solo florece durante medio año, la temporada de turismo va desde mediados de junio hasta mediados de noviembre.

* Vuelos: Este año hay vuelos regulares desde Bogotá (via Satena) y desde Medellín y Cali (vía Easyfly). También hay vuelos charters permanentes desde las tres ciudades por medio de operadores turísticos (Aventura Caño Cristales y Ecoturismo Sierra de la Macarena); y vuelos ocasionales en avionetas desde Villavicencio.

* La llegada: Al llegar al aeropuerto Javier Noreña Valencia, de La Macarena, el viajero es recibido por los operadores turísticos. Hay una charla sobre conservación y sostenibilidad, y a cada persona se le pone una manilla, como las que usan los resorts todo incluido, para identificarlo como turista.

* Hoteles: No hay hoteles de lujo en La Macarena, pero sí existe una oferta suficiente, con alrededor de 40 alojamientos de diferentes categorías. Algunos son muy cómodos, tienen aire acondicionado en las habitaciones y unos pocos tienen piscina (aunque pocos las usan porque hay muchos otros atractivos). Hay hoteles del estilo de los que se encuentran en los pequeños pueblos de cualquier zona del país y hostales económicos con sus limitaciones naturales, como baños compartidos, por ejemplo.

* El recorrido en lancha: La ruta hacia Caño Cristales comienza en el embarcadero del centro urbano, conocido como el muelle del Inderena. Ahí se registran los turistas y se comprueba que no lleven botellas de plástico desechables ni cremas o aerosoles. Se recomienda que cada quien envase agua o alguna bebida hidratante en un termo para hidratarse durante la jornada.

La actividad inicia con un tramo por el río Guayabero, que se hace en canoas impulsadas por motores fuera de borda. Son unos 10 o 15 minutos de navegación muy tranquila, en los que además es posible ver tortugas, babillas, garzas y hasta micos.

* Trayecto en carro: Al llegar a Puerto Los Mangos, la lancha se orilla en la margen contraria del rio para el descenso de los pasajeros. Allí se hace un registro de control por parte de las autoridades y se verifica que los turistas vengan acompañados por un operador turístico, que además, debe tener una ruta aprobada, pues para evitar aglomeraciones en los atractivos, cada guía tiene un recorrido asignado con un tiempo determinado en cada lugar.

Una vez cumplido este proceso, se abordan unas camionetas para llegar hasta el centro de visitantes ubicado en Caño Cajuchi, donde termina la vía que está habilitada para vehículos. Es un recorrido que dura 20 minutos, aproximadamente.

* La caminada: En el centro de visitantes hay baños y tiendas en las que es posible comprar alguna bebida o chocolates. De ahí hasta el punto en el que se ve el río de colores por primera vez hay unos 10 minutos caminando por un terreno plano y sin mayores exigencias.

* Caño Cristales: El momento de encontrarse con el río, que se ve entre rojo y fucsia inicialmente, es mágico. Pero no todo el río es igual, por lo que llegar a ese lugar, donde se hace el primer contacto, es solo el comienzo. No todos los turistas hacen el mismo recorrido, hay tres senderos y los operadores con las autoridades ambientales distribuyen los grupos para que no todos se concentren en los mismos puntos. Todo está muy bien organizado, cada sendero tiene su propio límite de capacidad de carga y cada guía puede hacerse responsable por 7 turistas.

Hay muchos lugares bellísimos por visitar: Los Ochos, El Tapete, la Cascada de La Virgen, Los Pianos, el Salto del Águila, Cascada Blanca, Piedra Negra, Las Tablas de la Ley y Las Escaleras, entre otros. Y aunque no está permitido ingresar al agua en las zonas en las que crece la macarenia clavigera, hay sitios para un baño refrescante como la Piscina del Turista y Los Cuarzos.

* Otros atractivos: Además de la visita a Caño Cristales, el principal atractivo de La Macarena, los planes que ofrecen los operadores locales incluyen en ocasiones otros sitios para complementar el viaje. Entre los principales están Caño Cristalitos, El Mirador, La Laguna del Silencio, El Raudal y La Ciudad de Piedra; algunos con grados de exigencia más altos, no recomendables para personas de mucha edad o con problemas físicos. Y por la noche, una buena opción es asistir a un “parrrando llanero”.

Como viajero, me llamó la atención la organización comunitaria de la cadena turística, de la cual participan unas 600 personas que se enlazan para brindar una buena experiencia a los viajeros: los guías, los hoteleros, los canoeros, los conductores de las camionetas, los artesanos, las familias que preparan los fiambres para comer en los recorridos, los que atienden los restaurantes del centro urbano, los músicos que hacen las muestras de joropo… todos.

La Macarena es un buen destino. Ofrece actividades diversas y poco comunes para los visitantes y, por supuesto, cuenta con un atractivo fantástico, Caño Cristales. Recomendado.

Y al final del viaje, el regreso a casa.

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