William Shaw: Ni fracasado ni estafador

2 de abril de 2023

Con cierto dolor he visto que en varios medios han señalado a William Shaw como responsable de la quiebra de la aerolínea Viva, cosa que resulta absurda, y que en el caso de Ultra Air hasta el ministro de Transporte ha insinuado que él y su junta directiva habrían podido incurrir en el delito de estafa.

Y ni qué decir de los comentarios en redes sociales, donde las personas son aún más agresivas y lanzan juicios temerarios ante cualquier situación.

Entiendo, por supuesto, el drama de muchos viajeros que se han visto afectados y las angustias por las que han pasado los agentes de viajes, muchos de ellos amigos míos, tras el zaperoco en el que quedaron metidos. Y comprendo también la difícil situación por la que están pasando los empleados y los proveedores. Gravísimo para todos.

Sin embargo, aunque pueda ser impopular y asumiendo el riesgo de terminar crucificado, debo hacer algunas precisiones en defensa de William Shaw. Y advierto que no me ha pedido que escriba este artículo, ni es patrocinador de este portal. No he hablado con él en el último mes, así que ni siquiera sé qué estará pensando. Pero me siento en la responsabilidad de aclarar lo siguiente.

Viva Colombia

William Shaw fue el promotor del proyecto Viva Colombia, primera aerolínea que implementó el modelo low cost en Colombia. Estudió el mercado, hizo su tesis universitaria de post grado en Estados Unidos sobre este tema y siendo prácticamente un desconocido, convenció a varios empresarios de primer nivel para invertir en su plan de negocio.

En ese momento Viva Colombia arrancó con 4 socios, cada uno con el 25% de participación. Uno de los socios era el grupo Fast conformado por él y sus aliados más cercanos: Juan Emilio Posada (expresidente de Aces y Avianca), Fred Jacobsen (expresidente de Tampa) y Gabriel Migowski (director de Rappi).

Los otros 3 socios eran Grupo Bolívar (Davivienda, Seguros Bolívar, etc.), Grupo Lamsa (aerolínea Viva Aerobús en México) e Irelandia (aerolínea Ryanair).

Viva Colombia transformó el mercado aéreo colombiano y dinamizó la competencia. Puso a viajar en avión a miles de personas que ni soñaban con hacerlo. Fue un éxito absoluto.

En 2016 la compañía fue vendida a Irelandia, la empresa de Declan Ryan, el creador de Ryanair, la aerolínea low cost más importante del mundo. En su momento se habló de una transacción de 100 millones de dólares.

Shaw siguió vinculado por algún tiempo al proyecto, por solicitud del nuevo dueño, y se retiró definitivamente a finales de 2017. Lo que ha pasado de 2018 hacia acá, no es responsabilidad de William Shaw.

Viva era una empresa próspera cuando él salió y considero que siguió siendo una empresa viable incluso en el pasado reciente: basta decir que en abril de 2022, hace menos de un año, Avianca pagó por ella 240 millones de dólares. No estaba quebrada y, por el contrario, resultaba atractiva para uno de los grandes jugadores latinoamericanos. Luego vinieron otras dificultades y otras jugadas estratégicas de sus nuevos dueños, pero ese es otro tema. William Shaw ya no tenía nada qué ver ahí.

Interjet

Con respecto a la compañía mexicana Interjet, es bueno precisar que William Shaw llegó el 16 de enero de 2019 con la tarea de recomponer un camino que venía muy mal desde 2018.

En los primeros informes, los resultados fueron muy positivos, se habló de una recuperación de los resultados operacionales del 87%.

La compañía arrastraba problemas financieros y conflictos con sus empleados. William logró sobrellevarlos, pero se encontró con un obstáculo que nadie había previsto: la llegada del covid-19 en marzo de 2020. Los vuelos se paralizaron en el mundo y las compañías empezaron a revaluar sus metas.

William Shaw salió de Interjet en junio de 2020 y la aerolínea siguió volando. Finalmente, ante la compleja crisis que vivía, suspendió operaciones el 11 de diciembre de 2020, 6 meses después de salida de William Shaw y terminó perdiendo cualquier opción de volver a volar, especialmente, por los efectos de la pandemia.

Ultra Air

La suspensión de operaciones de Ultra Air ha sido uno de los golpes más duros para la industria aérea del país. Las razones… ya las hemos explicado aquí. Dificultad para encontrar nuevas capitalizaciones, inflación, precio del dólar, incremento en el costo de la gasolina, incremento en el IVA… en fin.

Sin embargo, en aras de la discusión, en este punto acepto que, por primera vez, William Shaw estaba al frente de una aerolínea en el momento en el que tuvo que cesar sus vuelos. Alguien desde afuera puede decir que tal vez pudo haber hecho algo más o pudo haber hecho algo mejor, para evitar la situación en la que estamos. Es posible.

Pero de algo estoy seguro: William Shaw no es un estafador. Lamentablemente a las empresas no siempre les va bien. Los bancos se quebraron en 1999 y el Gobierno tuvo que salvarlos por medio del impuesto temporal del 2 por mil. Se quebró Coltejer, la empresa más icónica de la bonanza textilera del siglo 20 y se volvieron inviables económicamente todos los sistemas masivos de transporte en las ciudades, hasta el Metro de Medellín que es el gran orgullo de los antioqueños no ha logrado superar el golpe que le propició la pandemia. Y el Estado ha tenido que subsidiarlos.

En el mundo de los negocios eso puede pasar, no debería, nadie lo quiere, pero puede pasar.

Lo que me parece injusto es que se insinúe que hubo algún tipo de estafa en este proceso. El país conoce a las personas que estaban buscando sacar a flote a Ultra Air, como David Bojanini, expresidente del Grupo Sura y presidente de la junta directiva de Ultra Air. Juan Manuel Pérez, exitoso dirigente del mundo de las aerolíneas con paso reciente por Latam y Avianca. Juan Diego Zapata, con resultados comerciales exitosos en su paso por Latam, Avianca y Viva. Un muy buen equipo. Ultra Air siempre estuvo pensada para superar las crisis, no para estafar a nadie.

William Shaw, además de sus éxitos con Viva Colombia en su momento, también lideró la creación de aerolíneas que gozan de buena salud en otros países: Arajet en República Dominicana, Flybondi en Argentina, y Green África Airways en Nigeria.

Todos mis respetos para William, un líder visionario y carismático, generador de miles de empleos, impulsor de grandes proyectos y propiciador de un fenómeno sin antecedentes en el país: el de brindar la posibilidad de viajar en avión a todos, con precios posibles para una gran cantidad de personas.

El tiempo nos dirá cómo termina esto. Por ahora, mi solidaridad para William que a esta hora debe estar buscando formas de solucionar los problemas y responderle a todas las personas afectadas… y que en poco tiempo, estoy seguro, habrá salido de todo esto y nos estará presentando, de nuevo, un gran proyecto que revolucionará el mercado.

2 Respuestas

  1. William Shaw ha sido un visionario que fue capaz de implantar en Colombia un efecto de los viajes aèreos comerciales que en su momento se llamò "el efecto viva" que "obligò" a que viajar en aviòn de forma barata fuera el lugar comùn para todos. Uno de los negocios màs complejos de cuantos en el mundo existen sin duda es el de las aerolìneas comerciales por ser muy costoso en toddas sus àreas, por lo que situaciones mundiales como la inflaciòn, el alto precio del petròleo y la volatibilidad del dòlar, golperaron como la màs letal turbulencia a Ultra Air de la cual William Shaw fue su fundador y Ceo. Estoy de acuerdo. Ni estafador ni perdedor, en lo primero ninguno de sus movimientos en tantos años lo muestran asì, y en lo segundo, hasta los màs prominentes pioneros del mundo se llegaron a quebrar y màs de una vez.

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