4 de abril de 2020
Hace días publicamos una nota en la que hablábamos de que los hoteleros y los agentes de viajes están viviendo días difíciles. Como traía testimonios de los presidentes de los gremios, Anato y Cotelco, muchos entendieron que el artículo solo hablaba de los dueños de las empresas y no de todas las personas que hacen parte de la cadena.
Pero por supuesto, sabemos que son muchísimas las personas que trabajan para que la cadena turística funcione y para que el turista tenga una experiencia placentera. Y no solo en hoteles y agencias de viajes, también en los parques recreativos, quienes prestan transporte turístico, servicios de guianza, etc.
Por eso, entre los muchos mensajes que recibimos a raíz de aquella nota, queremos destacar uno, con el que nos identificamos plenamente y que hemos decidido compartir. Es un texto escrito por un profesional de amplio recorrido en el área comercial de importantes hoteles del país.
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Por Andrés Acevedo, hotelero
No, esta vez no me refiero a los inversionistas o a los dueños de hoteles. No, no me refiero a ellos.
Me refiero a los verdaderos hoteleros, esos que llevamos a la hotelería en la sangre, los que trabajamos por verdadero amor al arte. Aquellos que se levantan en la madrugada para llegar a preparar el desayuno ajeno, a quienes reciben a los clientes y ofrecen la primer sonrisa en la entrada. Me refiero a esos que permiten que las instalaciones cobren vida, los que escuchan a los comensales mientras estos deciden si naranjada o limonada, con agua natural o mineralizada.
Me refiero a las personas que tienden la cama, que intentan quitar todas las arrugas de las sábanas y acomodan un poco más el ángulo de la almohada porque quiere que éstas queden perfectas a la vista de nuestros visitantes. A quienes decoran con ilusión la habitación como si fuera a ellos a quienes sorprenderán. A quien intenta que todo quede más limpio que en casa propia.
A quien peina los árboles y levanta sus hojas secas, a esa persona que intenta tener siempre verdes los jardines, en una lucha constante con la naturaleza. Me refiero a aquellos que dejan sus hogares por las noches para resguardar el sueño y propiedad ajena.
Me refiero a aquellos que andan de piso en piso improvisando reparaciones para evitar quejas. A quien intenta hacer tu estadía más amena con un juego o llenar tus pupilas con el folclore de un bailable.
A quien procura la mantelería, los blancos y las existencias, a quien corre al banco por los cambios, a quién cotiza productos en un lugar y otro en busca del mejor precio-calidad, a quienes día a día hacen cuentas intentando que tengamos a tiempo el recurso para llegar a la casa con la chuleta, a aquellos que nos sirven la chuleta cada día.
A la infinidad de personas que existen al frente, a aquellos que apoyan, a quienes respaldan, a todos los que no vemos. Gracias infinitas por hacer posible esta maravillosa actividad.
¡A todos ustedes, a todos nosotros, fuerza!
Volveremos a abrir todas y cada una de nuestras puertas con mayor ímpetu y agradecimiento, estoy seguro de ello.
By Chio
#SalvemosElTurismo #FuerzaHotelera #GratitudEnMomentosDeAdversidad
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