23 de abril de 2023
Foto cortesía Emmer Miranda Grisales
Todos queremos que las dos aerolíneas low cost que suspendieron operaciones reanuden sus vuelos y ojalá muy pronto. Pero, pese a los anuncios del Gobierno Nacional, no creemos que sea tan rápido y quiero explicar las dos situaciones, que son muy diferentes.
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Empecemos por Viva. Este domingo creció la expectativa porque vieron aterrizar varios de sus aviones en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro, al parecer para ir alistando su regreso a los aires.
La Aeronáutica Civil dice que la integración con Avianca ya está aprobada, y es cierto, pero con 6 condiciones, de acuerdo con la resolución 00518 del 21 de marzo.
Después de eso, Avianca presentó solicitudes de aclaración y otras aerolíneas, en condición de “terceros interesados” también hicieron uso de los recursos que les concede la ley.
La respuesta a esas acciones legales no se ha dado y aunque el Gobierno dice que Viva puede empezar a operar inmediatamente, no lo va a hacer hasta conocer el pronunciamiento de la Aeronáutica Civil.
Avianca quiere que Viva empiece a volar, Viva quiere empezar a volar y el Gobierno quiere que Viva empiece a volar, en eso no hay duda, pero no será tan rápido como el ministro ha dicho.
La respuesta que se está esperando de la Aeronáutica va en dos direcciones. Por una parte, Avianca pretende que no se les aplique el condicionamiento 2 de la resolución, que dice que por espacio de 3 años “las empresas intervinientes se obligan a continuar con la prestación del servicio de Viva en las rutas domésticas e internacionales en las que a 31 de diciembre de 2022 prestaban servicio”.
Avianca, en comunicación publicada un día después de conocerse este documento, argumenta que “Viva Air ya no cuenta con las mismas capacidades –red de rutas, aviones, trabajadores- que tenía antes de la suspensión temporal de sus operaciones, factor que debe ser analizado al detalle para determinar la pertinencia de las condiciones establecidas por la Aeronáutica Civil”.
Es muy posible que la Aeronáutica flexibilice ese punto para facilitar el proceso y permita que Viva opere las rutas que le resulten más rentables y que pueda atender con la flota reducida que usaría para empezar, pues de 21 aviones que tenía pasaría a trabajar con 10 u 11.
Pero todos están a la espera del verdadero punto de discordia y es la reacomodación de los slots, es decir, de las asignaciones de horarios para despegar y aterrizar en los diferentes aeropuertos y principalmente en el de Bogotá.
El ministro de Transporte había dicho que las respuestas a las inquietudes presentadas serían anunciadas el viernes 14 de abril. Luego dijo que a mediados de la semana siguiente, y como pasaron el miércoles y el jueves sin ningún pronunciamiento, la expectativa era que la noticia se conociera el viernes 21, pero tampoco ocurrió.
Los colegas de 6 am de Caracol Radio lo llamaron este viernes 21 de abril, para preguntarle por las decisiones al respecto. Y respondió que entre el lunes 24 y el miércoles 26 se irá dando respuesta a los recursos presentados por las aerolíneas. Sin embargo, fuentes de la Aeronáutica Civil nos explicaron que el proceso tiene unos tiempos y que la entidad cuenta con un término de dos meses para pronunciarse.
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Con respecto a Ultra Air, la reanudación de operaciones depende del cierre de la venta de la aerolínea a nuevos inversionistas.
El ministro de Transporte respondió a varios medios de comunicación que no puede revelar el nombre de los posibles compradores ni adelantar detalles de ese proceso. Sin embargo, el anuncio se da dos semanas después de que se filtrara la carta en la que Germán Efromovich formaliza la intención de comprar a Ultra Air y apareciera publicada por la revista Semana.
Prácticamente todos los medios del país ya han informado sobre las condiciones de la negociación en la que Efromovich y un grupo de inversionistas que él representa, ofrece pagar un valor simbólico de un dólar y hacerse cargo de los compromisos de la aerolínea que superan los 244 mil millones de pesos.
No creemos posible que el negocio con Ultra se pueda cerrar esta semana y la compañía pueda retomar los vuelos porque en la carta de Efromovich se establecen dos condiciones para concretar el negocio: que su equipo financiero tenga acceso a todos los documentos de la empresa para elaborar un informe minucioso del estado de las cuentas en un plazo de 45 días, y que los actuales directivos de Ultra tramiten el ingreso de la compañía a la ley 1116 de 2006, conocida como la ley de insolvencia o de reestructuración empresarial.
Los 45 días se cuentan, en caso de que Ultra haya aceptado las dos condiciones, como parece haberlo hecho, a partir del 6 de abril, es decir, solo han pasado 15 días. Parece que el Gobierno tiene la disposición para acelerar el proceso, especialmente con respecto a la segunda exigencia, pero si los inversionistas liderados por Efromovich se toman el tiempo acordado, el anuncio de cambio de dueños se produciría el 21 de mayo y antes de eso, no sería posible poner los aviones a volar.
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“Por lo que me han afirmado, antes de que termine el mes, varios de esos aviones volverían a surcar los cielos colombianos", dijo el ministro de Transporte, Guillermo Reyes cuando explicó la situación de Ultra Air.
Y agregó que después de los anuncios de la Aeronáutica “Viva estaría lista para poder volver a operar nuevamente, como es mi propósito y ojalá se cumpla, a más tardar el 30 de abril a medianoche".
Al parecer, el deseo del ministro siempre va más rápido que la realidad. Con la resolución sobre la integración de Avianca y Viva dijo que saldría el 14 de marzo y se emitió el 21. Luego estuvo en San Andrés y anunció que expediría unos decretos el lunes 10 de abril y todavía no se conocen, motivo por el cual hubo marcha de protesta en la isla este fin de semana. Y estamos esperando el nuevo pronunciamiento de la Aeronáutica sobre Viva desde el 14 de abril.
Nuestro sentir, por todo esto, es que ambas aerolíneas van a retomar operaciones, pero que no será en la fecha que el ministro quiere. Paciencia.
