La Catedral de Sal, ubicada en Cundinamarca, Colombia, recibió por parte del Parlamento Andino la declaratoria como "referente del patrimonio cultural, natural y de interés histórico de la región andina".
Con esta declaración, el Parlamento Andino busca proteger y promover este invaluable patrimonio, fomentando el turismo cultural y la integración subregional, y reafirmando la importancia de lugares que representan momentos clave en la historia de los pueblos andinos.
La decisión coincide con el marco normativo de la UNESCO y fortalece el compromiso con la conservación de la herencia cultural y natural de la región.
Construida en antiguas minas de sal, esta catedral no solo es un hito arquitectónico, sino también un testimonio de la rica historia cultural de la región, donde la sal fue fundamental en la economía de la civilización muisca. Cada rincón de esta obra maestra, iluminada de manera ingeniosa, ofrece una experiencia única que atrae a miles de visitantes cada año.
La catedral, dedicada a Nuestra Señora del Rosario, la Patrona de los Mineros, es un símbolo de devoción y tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos.