Los aviones en tierra… algo que nunca se había visto

Marzo 24 de 2020

Debido a la pandemia del Covid-19, el transporte aéreo de pasajeros quedará suspendido desde las cero horas del miércoles 25 de marzo, es decir, las operaciones comerciales de todas las aerolíneas serán suspendidas, por ahora, hasta el 13 de abril. Solo seguirán operando los vuelos de carga para garantizar la cadena de abastecimiento.

Esta medida no tiene antecedentes en el país, ni siquiera en los días posteriores al Bogotazo o en las épocas más aterradoras del narcoterrorismo. Suspensiones de la operación aérea tan drásticas solo se recuerdan en la época de la Segunda Guerra Mundial en algunos países de Europa.

Los vuelos internacionales ya habían sido suspendidos desde el domingo 22 de marzo a las 11:59 p.m. y por mínimo 30 días.

Avianca, que inicialmente tenía previsto seguir operando algunas rutas con 10 de sus aviones, acató la medida. El presidente de la aerolínea reconoció el compromiso de muchos de sus empleados: “Agradecemos a los cerca de 12.000 empleados que solicitaron voluntariamente licencias no remuneradas. Esta respuesta demuestra de qué estamos hechos y la convicción que tenemos de operar por 100 años más”, expresó Anko van der Werff.

Santiago Álvarez, Director Ejecutivo de Latam, envío un mensaje de optimismo en medio de las dificultades que afronta el sector: “Durante más de 90 años hemos conectado a la región con el mundo y, es por eso, que estamos seguros de que vamos a sortear esta nueva turbulencia con la fuerza y alegría que siempre nos ha caracterizado”.

Copa, que tuvo que frenar la operación que supone el trabajo de 9.500 trabajadores, emitió un comunicado en el que su presidente, Pedro Heilbron dice: “Estoy seguro de que todos juntos saldremos adelante de esta difícil situación que hoy enfrentamos. Trabajaremos como nunca para recuperarnos y volver a conectar las ciudades que nos acogieron”.

El presidente Ejecutivo de IATA, que agrupa a las aerolíneas del mundo, Alexandre de Juniac; dijo a El Tiempo que la quiebra de las aerolíneas no le conviene a nadie. “Eso pondrá en riesgo la conectividad, prolongará el dolor de los empleados en toda la cadena de valor del turismo y obstaculizará la recuperación”, explicó.

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