Luego de pasar unos días en Quito y haber disfrutado de las variadas atracciones culturales, naturales y gastronómicas que la ciudad ofrece, es hora de armar las valijas para adentrarse en los maravillosos y diversos mundos de Ecuador.
Ecuador tiene cuatro regiones bien diferenciadas: Los Andes, La Costa, La Amazonia y las Islas Galápagos. A todas ellas se puede llegar en poco tiempo desde Quito aprovechando la conectividad aérea y terrestre que hacen de la capital ecuatoriana la mejor primera parada de un viaje al país de los cuatro mundos.
La fascinante cordillera de Los Andes atraviesa el país de punta a punta y salpica el paisaje con bellas montañas, volcanes y nevados. Allí se encuentra Cuenca, una ciudad de gran importancia histórica conocida como “La Atenas del Ecuador”. Desde Quito se llega a este destino vía aérea en poco menos de una hora, con 36 frecuencias semanales.
Vía terrestre visita el segundo volcán activo más grande del mundo, El Cotopaxi, a una hora y media al sur de Quito. Además, descubre la laguna azul turquesa en el cráter del volcán Quilotoa a tres horas de la capital.
En la costa se encuentra Guayaquil, la segunda ciudad más importante del país. Se puede llegar al puerto principal de Ecuador vía aérea en 45 minutos, con más de 40 frecuencias semanales. Si viajamos a la costa entre julio y septiembre podrás observar a la imponente ballena jorobada en época de apareamiento. A las doradas playas ecuatorianas también se accede vía terrestre en tres horas a Pedernales y a cuatro horas a Esmeraldas desde Quito.
Para quienes quieran sumergirse en legendarios paisajes selváticos, en tan solo 45 minutos de vuelo desde la capital pueden arribar al Coca, ubicado en el corazón de la Amazonia ecuatoriana. Los hoteles de la zona han sido desarrollados en armonía con la naturaleza y están certificados con los llamados “sellos verdes”. Para tener una experiencia única y sorprendente se recomienda pasar unos días conviviendo con las comunidades indígenas para conocer su cultura y tradiciones ancestrales. De igual forma puedes llegar por tierra a la ciudad de Tena, puerta de entrada a la Amazonía o a Baños para realizar deportes extremos en la selva.
Por último y a dos horas de avión de Quito llegamos a uno de los lugares más apropiados para la observación de fauna; las Islas Galápagos. Su nombre proviene de las gigantescas tortugas Galápagos que habitan el archipiélago considerado un santuario natural por su biodiversidad única en el mundo.
Todas estas maravillas a un paso de distancia gracias a la enorme conectividad que tiene la ciudad de Quito con el resto de las regiones del país.