8 de mayo de 2022
El turismo religioso ha existido desde hace muchos años y, en Colombia, viene ganando seguidores. Hoy recomendamos 5 lugares, que por su valor histórico y la devoción que despiertan, que vale la pena conocer:
Buga
Su atractivo está en la Basílica Menor de este municipio, ubicado en el centro del Valle del Cauca. Allí se encuentra el Señor de los Milagros de Buga, una figura de 1.33 mt. tallada en madera, que data del siglo 16. La historia dice que en 1665 la imagen intentó ser quemada debido a su deterioro, pero el fuego no fue capaz de consumirla. Cientos de milagros de le atribuyen al Cristo de Buga, especialmente curaciones imposibles.
Chiquinquirá
En este municipio boyacense está la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, declarada como la patrona de Colombia. Allí permanece una pintura hecha sobre un lienzo de algodón en 1562. Cuentan que la figura de la virgen estuvo prácticamente borrada y la obra fue usada para secar granos al sol. Pasó más de 12 años guardada y, tras los rezos de una mujer indígena, se restauró sola, sin que nadie la tocara la figura de la Virgen volvió a aparecer y se veía radiante.
Jericó
Ubicado en Antioquia, cerca de Medellín, este municipio es reconocido como la cuna de la Madre Laura, única Santa colombiana, canonizada por el Papa Francisco en 2013, como reconocimiento por su labor evangelizadora, principalmente con comunidades indígenas y afrodescendientes. Muchos visitantes llegan a Jericó para conocer la casa natal de la Madre Laura Montoya en la que se conservan algunos objetos personales de la Santa, hay un oratorio y sirve como sede de la comunidad religiosa que ella fundó.
Popayán
Es la capital del departamento del Cauca, al sur de Cali. Las celebraciones de la Semana Santa atraen a miles de visitantes. Su solemnidad de sus procesiones y la riqueza de sus obras artísticas, en su mayoría de arte quiteño, le merecieron la declaratoria de la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad desde 2009.
Zipaquirá
En este municipio de Cundinamarca, cerca de Bogotá, está ubicada la que fue considerada en 2007 como la primera de las 7 maravillas de Colombia. Se trata de una iglesia subterránea, dentro de una mina de sal, reconocida como uno de los logros arquitectónicos y artísticos más grandes de la arquitectura colombiana. Fue inaugurada en 1954. La primera catedral fue cerrada en 1992 debido a fallas estructurales y en 1995 se abrió la nueva Catedral.