23 de junio de 2020
Esta semana nos llamó la atención el editorial que publicaron los colegas del portal de noticias El Isleño-El diario de San Andrés y Provodencia (www.elisleño.com). Compartimos el texto que invita a la reflexión, en especial para aquellas ciudades o municipios que dependen en buena parte del turismo:
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¿Estamos preparados?
Por estos días se está hablando de reapertura, de reactivación y de una serie de vocablos que se han ido acuñando, con más fuerza que otros, en el inventario colectivo de la-pandemia. De hecho –no sobra recalcarlo–, son términos que crecen en su volumen de acuerdo a las diferentes necesidades y por los motivos que se mencionen. Pero las preguntas, en este caso, también deberían ser: reapertura ¿cómo? y reactivación ¿cuándo?
A propósito de las pruebas pilotos de vuelos y operaciones aeroportuarias domésticas que se anunciaron de viva voz por el presidente Iván Duque Márquez para el próximo mes julio, en San Andrés ya tuvimos algunas experiencias con los llamados vuelos humanitarios que dejaron saldos incuestionables desde el punto de vista emocional y afectivo, pero dignos de analizar y revisar desde otros aspectos logísticos, sanitarios y disciplinarios.
Y es aquí donde caben las preguntas mencionadas y algunas más. ¿Qué tan preparadas están las islas como destino, para recibir a los primeros viajeros que decidan visitarnos? ¿Está lista la cadena del protocolo sanitario para implementarla desde que los turistas pisen el aeropuerto hasta que lleguen a su sitio de alojamiento? ¿Y las playas y diferentes puntos de atracción, como los cayos aledaños, están en camino
Al respecto, en entrevista con este periódico, el presidente de Cotelco regional dijo que ya se viene trabajando en protocolos al interior de los hoteles. Al mismo tiempo, aseguró que se preparan para implementar, el ‘sello de bioseguridad’ estructurado por el Gobierno Nacional que si bien, será de carácter voluntario, a la larga se convertirá en un distintivo de confiabilidad para que un visitante escoja uno u otro establecimiento.
Sin embargo, esto deberá ser un trabajo solidarizado de la cadena productiva; porque los destinos receptores, deberán garantizar que cuando el viajero salga de su morada se sienta igualmente contenido. Y esto solo se logrará mediante alianzas público-privadas entre el gobierno local, gremios, el clúster de turismo, las posadas, empresarios y comunidad en general, trabajando unidos para inspirar confianza y seguridad. Y ante todo: no defraudar.
Muchos recordamos ‘La isla de la fantasía’ serie de TV protagonizada por el afable ‘Roarke’, anfitrión de una isla misteriosa, y el pequeño ‘Tattoo’. A grandes rasgos, la gente viajaba allí a plasmar sus fantasías, previo pago de una millonaria suma. Pero, eso sí, aquel era un plan infalible con dos condiciones garantizadas: nunca se permitiría que los visitantes se quedaran una vez cumplidos sus deseos… Y estos siempre se llevarían a cabo.
