Por Alexánder Vicens, Director de Turismo de la Alcaldía de Ibagué
Durante todo el año 2017, a nivel mundial y en Colombia se ha marcado un hito en la búsqueda y la validación de un turismo sostenible con los recursos culturales, naturales y que en verdad sea una herramienta para superar la pobreza. Los destinos encabezados por la gobernanza de sus administraciones y los gremios y empresarios del turismo, han hecho grandes esfuerzos técnicos y económicos para que en definitiva se apliquen unas políticas y unas prácticas amigables para el desarrollo de los destinos turísticos, pero ante este escenario cabe preguntarse: ¿Cómo involucrar a los viajeros y turistas? La respuesta a esta pregunta implica el “cierre del circulo de la sostenibilidad” en la industria de los viajes.
Cambiar el comportamiento de los turistas no es solo aumentar su conciencia, ya que si fuera así de fácil, ¡no tendríamos ningún problema! Hay muchos ejemplos donde personas que son ambientalmente conscientes se comportan en formas que ciertamente no son buenas para el medioambiente cuando viajan… ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué los turistas se resisten a los esfuerzos en sostenibilidad en los destinos turísticos?
En este momento se tiene un desafío, porque muchas iniciativas de sostenibilidad no van a funcionar a menos que el turista está involucrado y para lograrlo este problema se debe ver en cada uno de los momentos del viaje del turista. La multinacional Google en el año 2016 divulgo un estudio con base en la búsqueda de los usuarios donde definió las diferentes fases del viajero en: soñar, planificar, reservar, experimentar y compartir.
En la fase de SOÑAR, aproximadamente el 50% de los viajeros comienzan a soñar sus viajes buscando información en la Web, por lo que el Storytelling de las empresas turísticas debe girar alrededor de la autenticidad, el esfuerzo y el reconocimiento de los valores ambientales y culturales.
En la fase de PLANIFICAR, El 85% de los que viajan por placer, consideran que Internet es la fuente principal para planificar su viaje y por lo tanto se invita al posible viajero a ser consciente de los riesgos que supone viajar tanto para él, como para la comunidad de acogida. Por ello el elegir alternativas de transporte que compensen la generación de carbono es clave.
RESERVAR, es una fase que se caracteriza por que los viajeros están incrementando la cantidad de reservas online para concretar sus viajes y ante ese hecho, las certificaciones de sostenibilidad y códigos de conducta son importantes que sean destacados por las plataformas de reservas.
Una vez el turista está en el destino, es que se da inicio a la fase más compleja que es la de EXPERIMENTAR.
Al principio, los operadores turísticos pueden preparar a los visitantes para que puedan esperar y apreciar el componente educativo de la experiencia. Durante la experiencia, puede llamar la atención sobre las respuestas emocionales, como la sensación de asombro, emoción o un sentido de privilegio. Pueden proporcionar un tiempo y un espacio para que las personas reflexionen, tal vez como una sesión informativa, o aliente a las personas a hablar con sus compañeros. Y, por último, recuerde mantenerse en contacto con las personas después de la experiencia para ayudarlos a mantener pensando en lo que han experimentado y cómo pueden poner sus buenas intenciones en la práctica.
Como resultado de lo anteriormente mencionado, el viajero en esta fase deberá estar motivado a fomentar el desarrollo local del destino consumiendo productos y servicios locales; consume de forma responsable y participa en la gestión sostenible de los recursos naturales y culturales.
Y por último pero no menos importante es la fase de COMPARTIR, donde se sabrá realmente que hubo un cambio de conciencia de ese turista, fase donde una vez finalizado el viaje, el viajero comparte fotos, videos, y otros contenidos en la web.
Se estima que el 32% de las personas que viajan por trabajo, postean contenido relacionado a sus viajes en la web. En esta etapa el compartir vivencias con comunidades auténticas, ejemplos de haber aportado a la protección o divulgación de riquezas naturales, experimentar una aventura o concluir como el viaje contribuyo al desarrollo local, es lo que el visitante en su lugar de destino debería estar compartiendo en su círculo inmediato y a través de sus redes sociales.