Galápagos, un destino único y asombroso
Por Juan Gonzalo Benítez
Galápagos es un archipiélago conformado por 13 islas mayores, 7 islas menores y más de 50 islotes pequeños. Siempre ha sido visto como un destino muy distante para los colombianos, tal vez porque geográficamente está a 1000 kilómetros de la costa ecuatoriana, o porque no han existido facilidades y promoción por parte del Gobierno y las agencias del Ecuador. Ahora las cosas han cambiado y las Galápagos aparecen como una excelente opción para el viajero de Colombia.
Aunque hay hoteles en algunas de las islas, el plan más recomendado es el del crucero. En embarcaciones de máximo 90 personas, pues la ley prohíbe barcos más grandes, se puede hacer cómodamente el recorrido por varias islas. Con un grupo de periodistas colombianos estuvimos en Galápagos, gracias a la gentil invitación de un grupo operador local que fue pionera en este destino y que ofrece expediciones por las islas desde comienzos de la década de 1970.
Al llegar a la Isla de San Cristóbal, procedentes de Quito o Guayaquil, salimos del aeropuerto y de inmediato nos vamos a un muelle para abordar el crucero. Lo primero que vemos allí es que las bancas del muelle, hechas para los turistas, están ocupadas por lobos marinos que las han encontrado cómodas para descansar. La imagen es graciosa y emocionante. El momento es mágico. De allí en adelante Galápagos nunca deja de sorprendernos.
Son varias las especies animales endémicas con las que nos cruzamos. Y para nuestro asombro, ninguna nos huye.
"Los animales no se sienten amenazados, nosotros no somos depredadores para ellos, por lo tanto nos ven como un animal más y están acostumbrados a que pasemos por aquí, así que se quedan tranquilos", nos explica Vanessa Gallo, la guía naturalista que hace las veces de jefe de la expedición.
Los lobos marinos nos miran y siguen durmiendo en la arena. Mientras no invadamos su espacio íntimo, de unos dos metros, no se incomodan. Son muchos y duermen placidamente durante horas. Más adelante veríamos los lobos peleteros, que son mucho más pequeños.
Las iguanas parecen inmóviles. Algunas caminan unos pasos. Otras nos miran fijamente. Pero no se asustan. Y son cientos, miles tal vez, las que se ubican al lado del sendero por el que caminamos.
Como se puede ver en la imagen, se posan en las rocas. Toman el sol para calentar su cuerpo y poder ingresar al agua a comer algas. Las de Galápagos son las únicas iguanas marinas que hay en el mundo.
En algunas islas las iguanas son de color absolutamente negras. En otras islas presentan visos rojos. De una isla a otra varían las especies. Entre las terrestres hay unas amarillas impactantes. Las lagartijas de lava también salen sin temor. Las hay de diversos tonos y tamaños.
Los piqueros de patas azules
Otro recorrido inolvidable es el que se hace por un sendero que nos lleva en busca del pato piquero de patas azules. Aunque también existe en algunas zonas del continente, en ninguna parte este simpático animal se deja ver como en Galápagos.
Varios de ellos están ahí, al lado del sendero peatonal. Pasan los turistas y fijan en ellos sus grandes lentes para buscar una buena fotografía.
Los patos en vez de huir parecen posar para los fotógrafos. Incluso algunos realizan un baile, un poco torpe, que emociona a los visitantes. Parecidos, pero de patas rojas, son los patos piqueros de Nazca.
Luego encontramos a los albatros, aves de gran tamaño y color amarillo que sólo crían en la isla Española de Galápagos. Juegan con sus picos en lo que perece una coreografía montada para el público, del que hacemos parte. En otra isla los que nos reciben son los flamingos, de tono rosado intenso. Todo esto ocurre en la mitad del bosque, en su hábitat natural.
Tal vez ese es el mayor encanto de Galápagos. Poder caminar por entre tantos animales que no se ven en otros lados y hacerlo de una forma tan normal, como en zoológico vivo, sin rejas ni jaulas. Es la explosión de vida más grande de la que hemos hecho parte.
Diego de Española y el recuerdo del solitario George
Una visita imperdible es la que se hace a la Estación Científica Charles Darwin, ubicado en la isla de Santa Cruz.
Allí hay varios atractivos relacionados con las tortugas y están las dos estrellas de Galápagos. En total son 11 especies de tortugas Galápagos. Hoy hay unas 30 mil tortugas en todo el territorio.
El recorrido incluye una visita al laboratorio natural en el que se desarrolla la crianza de tortugas gigantes en cautiverio. Vamos a la plataforma de tortugas gigantes y finalmente llegamos al encuentro más esperado: los corrales de Diego y George.
Diego es admirado y valorado. Estuvo desde la década de 1930 en el zoológico de San Diego, California (de allí surgió su nombre). Luego, en 1977, los científicos de Galápagos lo regresaron con la intención de que lograra reproducirse con tortugas de su especie, propias de la isla Española. Y Diego rompió todos los records: hasta hoy han nacido y se han liberado en su hábitat unas 1.600 tortugas descendientes de este "giggolo" de 130 años.
Muy cerca de allí vivió el solitario George o Jorge, que fue un símbolo del archipiélago. Murió hace unos años provocando un profundo dolor entre los científicos y seguidores de los temas ambientales en el archipiélago.
Algunos datos sobre Galápagos:
* Cómo nació el archipiélago: Todas las islas son de origen volcánico. Nunca estuvieron unidas al continente.
* De qué época son las islas: La más antigua, que es Española, tiene casi 4 millones de años. La más joven, Floriana, tiene 100 mil años.
* Cuándo fueron "descubiertas" las Islas Galápagos: La fecha oficial registrada por los conquistadores españoles es 1535, cuando el Obispo de Panamá, Tomás Deberlanga lo reporta al Emperador Carlos V, de España.
El Obispo sugiere no tomar posesión de las islas porque allí no había oro ni metales preciosos, no había agua, parecía que allí hubieran llovido rocas y además, estaba habitada por "dragones".
* En la década de 1570 regresaron los conquistadores y encontraron unas tortugas que tenían forma parecida a las monturas galápagos, que traían para montar sus caballos. De allí surgió el nombre de tortugas galápagos y el de Islas Galápagos.
* En 1832, dos años después de declarada la independencia del Ecuador, este país toma posesión de las islas. El General José de Villamil convence a su presidente de ubicar alguna población allí para tener soberanía en un sitio que consideraba podría ser estratégico en el futuro por su ubicación en el Pacífico.
* Cuántas personas viven actualmente en Galápagos: Sólo 4 islas están habitadas. Santa Cruz (con una población de 18 mil personas), San Cristóbal (8 mil), Isabela (3500) y Floriana (apenas 130 habitantes). En total, cerca de 30 mil personas.
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